San Lorenzo inauguró su nuevo estadio, el Pedro Bidegain, el 16 de diciembre de 1993, cuando le ganó 2-1 a Universidad Católica en el primer partido que se jugó allí.
Aquella tarde, todos los cuervos pudieron volver a respirar en paz y supieron que nadie les arrebataría de nuevo su cancha. Aquella tarde, se cortaron 14 malditos años en los que San Lorenzo peregrinó de estadio en estadio, sin uno propio.
En diciembre de 1979, las tierras donde se erigía el glorioso Viejo Gasómetro le fueron quitadas a Club Atlético San Lorenzo de Almagro, obligándolo a vagar desde el torneo siguiente en distintos recintos. Los problemas económicos, sumados a la falta de un lugar propio, terminó por derrumbar a una institución de larga historia en el fútbol argentino.
Para 1993, los Santos de Boedo llevaban 19 años sin gritar campeón, pero volvieron a cantar de júbilo con la construcción de su nueva casa. Bajo el mandato del presidente Fernando Miele, y en unas tierras olvidadas en el sur de la Capital Federal, San Lorenzo levantaba su segundo estadio. El 16 de diciembre de ese año, Universidad Católica de Chile fue la privilegiada al presenciar de primer mano la inauguración del Pedro Bidegain, más conocido por su apodo Nuevo Gasómetro. El Ciclón ganó 2-1, pero eso es simplemente una anécdota.
Tres meses después de aquel cotejo amistoso, el Ciclón enfrentó a Belgrano de Córdoba en el primer partido oficial en cancha nueva, y fue otra victoria para los de Boedo: 1-0 con gol de Carlos Netto.
