Nace Cornelio Saavedra, el primer Jefe de Estado de nuestro país

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Cornelio Saavedra nació el 15 de septiembre de 1759 en una hacienda agrícola llamada «La Fombera» sobre la orilla del río Mataca cercana al poblado de Otuyo en la actual Bolivia. Curiosamente el primer Jefe de Estado argentino, era de origen boliviano, aunque en ese momento, todo pertenecía al Virreinato del Río de la Plata.

Cornelio Saavedra nació el 15 de septiembre de 1759 en una hacienda agrícola llamada «La Fombera», que estaba en la mitad del camino de 180 km que unía la Villa Imperial de Potosí con La Plata, ambas dependientes del Virreinato del Perú. Según la partida de bautismo archivada en la Casa de la Moneda de Potosí, fue bautizado en el mismo lugar al día siguiente por el doctor José del Barco y Oliva, cura y vicario de la parroquia de Santa Ana de Mataca, la Vieja. Fue su madrina la india Pascuala que ofició de partera.

Sus padres fueron Santiago Felipe de Saavedra y Palma, natural de Buenos Aires, y Teresa Rodríguez de Güiraldes, oriunda de la Villa Imperial de Potosí. La familia se mudó a Buenos Aires en 1767.

Tenía 14 años cuando ingresó al Colegio SanCarlos y estaba en la lista de los primeros 18 alumnos de esta institución. Se casó con su prima hermana, María Francisca Cabrera y Saavedra que había enviudado dos años antes heredando la fortuna de su esposo Mateo Ramón Álzaga y Sobrado próspero comerciante y Teniente del Correo Mayor. En 1798 falleció su esposa con la cual tuvo tres hijos y en 1801 se volvió a casar con María Saturnina Bárbara Otárola del Ribero hija del coronel José Antonio Gregorio de Otárola y Larrazábal y Josefa del Ribero y Cossio. El padre era regidor del Cabildo de Buenos Aires y uno de los más ricos comerciantes del territorio.

En 1797 fue nombrado regidor cuarto del Cabildo. Al año siguiente fue regidor tercero con el anexo de Defensor General de Menores. En su gestión se preocupó por la suba del precio del ganado proponiendo una serie de medidas de control contra los abusos de la intermediación entre el matarife y el consumidor. En la reunión del Cabildo del primero de enero de 1799, Cornelio Saavedra fue nombrado síndico procurador general, es decir, defensor de los derechos de los habitantes de la ciudad. En 1801 fue elegido como alcalde de segundo voto. Desde 1803 hasta 1805, debido a que las cosechas de trigo no cubrían el consumo, el precio de la harina en Buenos Aires se triplicó. Influyó no solo la escasez sino la especulación de los acaparadores y el contrabando.

Después de la primera Invasión Inglesa y a la vista de una nueva avanzada de los europeos, se formó el Cuerpo de Patricios y alli su primer jefe fue Saavedra. El 8 de octubre de 1806, Sobremonte le otorgó el grado de teniente coronel. Actuó de manera decisiva ena la defensa de Buenos Aires en las Invasiones de 1807 lo que fue reconocido por el Rey.

En 1809, cuando se produce el llamado «motín de Alzaga», en el cual, intentan sacar del cargo a Santiago de Liniers, es decisiva la participación de los Patricios para defender el cargo del virrey.

Cuando suceden los hechos de mayo de 1810, Saavedra va a tener un papel fundamental. En sus manos estaba la mayor fuerza militar de Buenos Aires y ese hecho era determinante para poder alcanzar cualquier objetivo. Las tropas leales al Virrey Cisneros estaban en el Alto Perú, donde habían sido comisionadas para sofocar las revoluciones de Chiquisaca y la Paz, por lo cual los Patricios habían quedado como la fuerza de mayor peso en Buenos Aires. Esto fue muy bien aprovechado por Saavedra que no solo apoyó el movimiento juntista sino que también inclinó la balanza a su favor en el momento de elegir a las nuevas autoridades, terminando como presidente.

Saavedra tendrá en ese momento su etapa de oro en el poder, pues no será solo titular de la Primera Junta de Gobierno, sino que también será el que lleve adelante la denominada Junta Grande que dominará la escena nacional hasta la segunda mitad de 1811, dejando de lado a sus adversarios morenistas.

En 1813, la Asamblea del Año XIII dispuso el juicio de residencia a todos aquellos que habían participado en el gobierno de las Provincias Unidas desde 1810. La lista de individuos sometidos a juicio fueron 36, entre ellos estaba Saavedra. Con fecha 1 de septiembre de 1813, desde San Juan, Saavedra otorgó un poder a Juan de la Rosa Alva para que lo representara en el juicio de residencia. Rosa Alva era un defensor público ya que a Saavedra no le fue fácil encontrar quien lo representara. El 12 de febrero de 1814, la Asamblea ordenó la amnistía general con la excepción propuesta. Saavedra y Campana debían ser «extrañados fuera del territorio de las Provincias unidas».

Luego de su periplo por San Juan, Chile y vuelta a San Juan, Saavedra llegó a Buenos Aires en marzo de 1815. Fue por un tiempo levamtada su sentencia, pero luego tuvo que dejar la ciudad, esta vez a la estancia de un hermano en la provincia de Buenos Aires. El 6 de abril de 1818, la comisión se expidió declarando nulos, sin valor ni efecto los procedimientos del año 1814 y el correspondiente extrañamiento de Saavedra. Aconsejó además que se lo repusiera en sus grados.

En 1819, Saavedra asumió el cargo de comandante de campaña, con sede en Luján. Su misión era ejercer la policía de campaña, defender la frontera contra el indio, y auxiliar al ejército que estaba invadiendo Santa Fe. Logró concretar algunos acuerdos de paz con los ranqueles, que resultaron poco duraderos. En 1820 apoyó el efímero gobierno de Juan Ramón Balcarce como ministro de guerra, y tras su fracaso se exilió en Montevideo como consecuencia de la Anarquía del Año XX.

En 1822 se acogió a la Reforma del Ejército que pasó a retiro a una importante lista de oficiales. Cornelio Saavedra falleció en Buenos Aires a las ocho de la noche del domingo 29 de marzo de 1829 a los 69 años de edad.

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