El 25 de enero de 1819 el capitán Hipólito Bouchard establece el bloqueo de los puertos de San Blas, Acapulco y Sonsonante, en la costa del Pacífico.
La expedición de este corsario con patente argentina había comenzado mucho antes y entre los más curioso figuraba cuando izó la bandera Argentina en la propia California. En Guatemala destruyó Sonsonate y capturó bergantines españoles. En Nicaragua, tomó Realejo, el principal puerto español en los mares de Sur, y se apoderó de cuatro buques españoles.
Algunos historiadores señalan que la bandera de las Provincias Unidas del Centro de América está inspirada en la bandera argentina que flameó en ese entonces en Centroamérica.
Bajó hacia el Perú siguió hostigando las posiciones españolas sobre el Pacífico.
La etapa más novelesca de la vida de Bouchard estaba por comenzar. Mitre la resumió de esta manera: «Una campaña de dos años dando la vuelta al mundo en medio de continuos trabajos y peligros, una navegación de diez mil millas por remotos mares, en que se domina una sublevación, se sofoca un incendio a bordo, se impide el tráfico de esclavos en Madagascar, se derrota a piratas malayos en Macasar, se bloquea a Filipinas, anonadando su comercio y su marina de guerra, se domina parte de Oceanía imponiendo la ley, a sus más grandes reyes por la diplomacia o por la fuerza; en que se toma por asalto la capital de la Alta California, se derrama el espanto en las costas de México, se hace otro tanto en Centro América, se establecen bloqueos entre San Blas y Acapulco, se toma a viva fuerza el puerto de Realejo apresándose en este intervalo más de veinte piezas de artillería, rescatando un buque de guerra de la Nación y aprisionando como veinticinco buques enemigos…
