Chuquisaca, la Primera Revolución de Mayo

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La Revolución de Chuquisaca fue el levantamiento popular ocurrido el 25 de mayo de 1809 en esa ciudad que actualmente lleva el nombre de Sucre. Allí la  Real Audiencia de Charcas, con el apoyo del claustro universitario y sectores independentistas, destituyó al gobernador y formaron una Junta de Gobierno que finalmente sería sofocada a mediados del mes de enero de 1810.

El movimiento, fiel en principio al rey Fernando VII de España, fue justificado por las sospechas de que el gobierno planeaba entregar el país a la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y Regente de la corona de Portugal, que había huido a tiempo de su país y se había resguardado con su marido, el Rey Juan VI, en las colonias del Brasil. Todo esto dio paso, a que luego del levantamiento de Chuquisaca, se formara otra deposición del poder español, esta vez en a ciudad de la Paz.

Uno de los revolucionarios de Chuquisaca, Mariano Michel, convenció a los criollos de la necesidad gobierno propio y en junio se formó la Junta Tuitiva de la Paz que tiempo después sería disuelta. Pero volvamos a Chuquisaca y repasemos un poco los hechos previos que llevaron al levantamiento. Las relaciones de las autoridades españolas con todos eran pésimas. Bernardo de Monteagudo era un tucumano que había estudiado leyes en la Universidad San Francisco Xavier y junto a sus compañeros comenzó a pedir un cambio de gobierno, ya que consideraba que el gobernador y la Audiencia, planeaban entregar el gobierno a la Infanta Carlota. Por esos días había pasado reafirmado al gobierno, el general José Manuel de Goyeneche,  considerado un doble agente de la Junta de Sevilla y de la princesa Carlota.

Entre los que protestaron estaba Jaime de Zudáñez, un fiscal que fue arrestado. Monteagudo además tenía información y buenas relaciones con Martín de Alzaga que en enero había intentado un movimiento en Buenos Aires, tratando de deponer a las autoridades españolas. Con las noticias de lo ocurrido en otros lugares y con la detención del Fiscal Zudáñez, poco margen quedaba, así que los manifestantes salieron a la calle al grito de “Muera el mal gobierno, Viva el Rey Fernando VII”. Esa jornada repiquetearon tanto la campana de la Iglesia que esta se partió. Con la gente en la calle, el gobernador Ramón García de León y Pizarro, sacó al ejército a las calles para eliminar a los revoltosos, pero la presión de estos fue tanta que no tuvo más remedio de dejar en libertad a Zudáñez y renunciar. García de León y Pizarro se entregó a los oidores, y fue detenido en la Universidad. La Audiencia asumía el poder como «Audiencia Gobernadora», nombrando a Antonio Álvarez de Arenales como comandante general y al decano de la Audiencia, José de la Iglesia como gobernador de Charcas. El presidente fue sometido a juicio por traición a la patria y la guarnición fue desarmada, pasando las armas al pueblo.

La Revolución de Chuquisaca era pionera, porque por primera vez se destituía a un gobernante español del poder y los americanos tomaban el mando.

La revolución de Chuquisaca se quedó en objetivos solamente políticos, no logró afianzarse y fue fácilmente vencida por el mariscal Vicente Nieto, enviado desde Buenos Aires. Zudáñez fue arrestado y enviado por mar al puerto limeño de El Callao, donde permaneció varios meses detenido.

Monteagudo fue encarcelado junto a los demás líderes independentistas, acusado del “abominable delito de deslealtad a la causa del rey”. Más allá del fracaso posterior, la Revolución de Chuquisaca abrió las puertas al espíritu revolucionario que no pararía hasta el retiro de los españoles

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