El 25 de mayo de 1811, en Buenos Aires, para celebrar el primer aniversario de la Revolución de Mayo, se inaugura la Pirámide que está en el centro de la plaza.
Este será el primer monumento patrio que la llamada Junta Grande, mandó a construir para los festejos revolucionarios. Lo cierto es que bastante tarde comenzaron a prepararlos.
El 6 de abril recién se colocaron los cimientos de la obra que se le encargó a Francisco Cañete. La obra no puedo estar concluida para el 25 de mayo, pero lo mismo se la inauguró en medio de los festejos.
Se colocaron al pie de la pirámide las banderas de los Regimientos Patricios, Arribeños, Pardos y Morenos, Artillería, Húsares y Granaderos de la guarnición Buenos Aires. Estaba fabricada de adobe cocido, y tenía unos 13 metros de altura, montada sobre su pedestal alcanzaba unos 15 metros cuadrados; tenía un zócalo sobre dos gradas, un pedestal sencillo de cuatro ángulos entrantes y cornisa volada alrededor. Tuvo varias modificaciones; en 1857 por Pridiliano Puerreydón y luego hacia el centenario de la Revolución.
Tiene una única placa en el centro con dos nombres que para la mayoría son desconocidos. Felipe Pereyra de Lucena y Manuel Artigas (hermano del caudillo entrerriano José Gervasio Artiga) a quienes se considera fueron los primeros militares que dieron la vida por la Patria ir lo que la Junta Gubernativa dispuso que se grabaran sus nombres en una lámina de bronce. Como en ese momento no se pudo costear el pedido, recién en 1891 por iniciativa de un grupo de personas se costeó la placa por suscripción popular
