El fin de la República del Tucumán

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La República del Tucumán finalizó su condición el 28 de agosto de 1821. Ese día Abraham González detuvo a las tropas que venían de Salta en ayuda de Bernabé Araoz, con lo cual dejó sin poder a quién estaba al frente del gobierno. Tres días antes ya se había separado Catamarca y anteriormente Santiago del Estero tampoco la había reconocido. Tucumán a partir de ese momento volvía a ser una provincia con los límites que actualmente se los reconoce

Al proclamarse Bernabé Aráoz gobernador de la Provincia del Tucumán, esta provincia incluía a las ciudades subordinadas de Catamarca y Santiago del Estero. Fue elegida una Representación de la Provincia Federal del Tucumán para sancionar una constitución, compuesta por dos diputados por Catamarca y dos por Tucumán, ya que los dos santiagueños no fueron elegidos. Aráoz proclamó la República Federal del Tucumán el 22 de marzo de 1820 y logró que los representantes del Congreso Soberano que redactaba la constitución, sancionaran con fuerza de ley esa declaración los días 17 y 18 de mayo. El Congreso, que se reservó el título de Alteza, creó un Poder Ejecutivo con el título de Presidente Supremo, que asumió Aráoz el 19 de mayo de 1820.

La Constitución para la República del Tucumán fue sancionada el 6 de septiembre de 1820 y jurada solemnemente el 20 de septiembre. Esa constitución creó una Corte Primera de Justicia y abolió el Cabildo. Fue creada una moneda nacional y una bandera, y se concedieron altos cargos militares a miembros del Ejército de la República.

Para asegurar la participación de las provincias vecinas, Bernabé Aráoz envió a Santiago del Estero al mayor Felipe Heredia con un destacamento de 100 dragones de línea con el pretexto de escoltar a Belgrano, quien viajaba enfermo a Buenos Aires, pero en realidad para asegurar la elección de los dos representantes al Congreso Constituyente que debía comenzar a sesionar el 20 de marzo de 1820 en San Miguel de Tucumán. Parte del destacamento, 50 dragones, permaneció en Santiago del Estero al mando del capitán Juan Francisco Echauri. Este hizo que los miembros del cabildo fueran reemplazados por nuevos regidores adictos a los tucumanos y controló la elección de los representantes Juan José Lami y Santiago de Palacio. La imposibilidad de participación de los autonomistas en la elección provocó una rebelión popular que fue apoyada por el comandante del Fuerte de Abipones, coronel Juan Felipe Ibarra.

barra ordenó elegir los dos representantes al congreso, sin intenciones de separarse de Tucumán, pero el 10 de abril Aráoz emitió un Manifiesto que causó el enojo de los santiagueños. Esto hizo que el 27 de abril de 1820 se reuniera una asamblea de las comunidades (curatos) santiagueñas que declaró la autonomía de la Provincia de Santiago del Estero.

Aráoz intentó aplastar la revuelta santiagueña, pero no sólo fracasó, sino que se ganó la enemistad del gobernador de Salta, Martín Miguel de Güemes. El 25 de agosto de 1821 un cabildo abierto separó a Catamarca de Tucumán y Aráoz no llegó a reaccionar, pues el 28 de agosto una revolución dirigida por Abraham González, al frente de las tropas que derrotaron a Güemes, lo derrocó y debió escapar y refugiarse en el campo. Aráoz solicitó ayuda al nuevo gobierno de Salta, que envió a Arias con un contingente, pero en Trancas Arias recibió una nota de González instándolo a no seguir adelante y se detuvo.

El 29 de agosto González asumió el gobierno y aceptó la segregación de Santiago del Estero y de Catamarca. Con esto, la Provincia de Tucumán adquiría aproximadamente sus límites actuales. También desaparecía la República, pues fue readoptado el nombre de Provincia y el cargo de Gobernador Intendente. González abolió la moneda tucumana. Comenzaban lo que serían diez años de guerras civiles casi continuas en la provincia y pasarían por el sillón de gobernador casi veinte personas.

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