La creación de las Escuelas Normales en el país, fue consecuencia directa del propósito de profundo mejoramiento educativo que animaba a las presidencias de Domingo Faustino Sarmiento primero y Nicolás Avellaneda después. Puesto que empezaban a fundarse cada vez más establecimientos de instrucción secundaria (la anterior presidencia. de Bartolomé Mitre, había planteado ya numerosos colegios nacionales), el problema era obtener los profesores idóneos, que no los había…
La provincia de Tucumán había carecido de establecimientos cuya enseñanza excediera el nivel primario hasta 1858 cuando Amadeo Jacques instaló el Colegio San Miguel. Cerrado éste por alejamiento de su desilusionado director en 1862, al año siguiente la presidencia Mitre fundó el Colegio Nacional, que abrió sus puertas en 1865.
El 1 de octubre de 1869, el Congreso de la Nación sancionaba la ley que dio origen a la Escuela Normal de Tucumán en la misma se autorizaba al poder ejecutivo “verificar los gastos que demanden la plantación de dos escuelas normales, para formar preceptores de instrucción primaria”: una en el Paraná y otra en Tucumán. La de Paraná se instaló en 1871.
En Tucumán fue necesaria que la provincia facilitara a la Nación el local. En principio se pensó en la casa donde se juró la Independencia, dejando a salvo el Salón adonde se juró el hecho histórico. Pero ocurrió que ese año la Municipalidad dispuso donar a la Nación una casa de su propiedad que estaba en la actual calle Mendoza, antes llamada Rivadavia .Esta casa originalmente había sido donada por Bernabé Piedrabuena para Mercado Público. Como nunca se hizo el mercado se indemnizó a Piedrabuena y se construyó una escuela primaria llamada “Avellaneda”. Como no estaba en condiciones hubo numerosos arreglos hasta 1875.
El gobierno nacional designó como director de la Normal al profesor norteamericano John William Stearns, era hermano del director de la Escuela Normal del Paraná y el vice era Delfín Jijena.
